PASEO DE LA REFORMA

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EL CORREDOR REFORMA




LA AVENIDA PASEO DE LA REFORMA

Además de ser una avenida elegante, el paseo de la Reforma, es el aparador de la ciudad por excelencia desde que Maximiliano de Habsburgo mandó trazarla como vía imperial. Monumentos y esculturas adornan esta avenida sobre banquetas y glorietas, mientras que en sus laterales se levantan grandes hoteles, edificios de oficinas, bancos, embajadas, el edificio más alto de la ciudad, parques y soberbias residencias.
Maximiliano de Habsburgo fue quien ordenó la construcción de esta avenida para unir su residencia, el Castillo de Chapultepec, con la ciudad de México. El trazo de esta avenida (llamada al inicio como “Paseo del Emperador”) estuvo inspirado en la avenida de los Campos Elíseos de París, Francia.
Más o menos cada medio kilómetro hay un cruce importante que tuvo o tiene glorieta y monumento.
Iniciando de la zona centro, desde la Alameda y de oriente a poniente, atravesamos la zona llamada “La Esquina de la Información”, en donde se concentran las oficinas e imprentas de los periódicos más importantes de la ciudad.
En esta zona encontramos la escultura “El Caballito” del escultor Sebastián. A un costado, la calle Plaza de la República nos deja ver uno de los monumentos importantes de la zona: el Monumento a la Revolución y, en su parte baja, se encuentra el Museo Nacional de la Revolución.

MONUMENTO A LA REVOLUCIÓN
Plaza de la República, colonia Tabacalera.
El gigantesco monumento, que aloja a su vez al Museo Nacional de la Revolución, se encuentra en la Plaza de la República, en un área de 30,000 metros cuadrados. Destaca por lo masivo y geométrico de su construcción.
Se mando construir para albergar el recinto del Palacio Legislativo por medio de un concurso internacional convocado por el gobierno en 1897, concurso que ganó el proyecto del arquitecto francés Emile Bernard. El Gral. Porfirio Díaz colocó la primera piedra el 23 de septiembre de 1910.
Habría llegado a ser una de las construcciones más espectaculares del mundo pero la obra fue suspendida el 30 de septiembre de 1911, porque el dinero destinado a su construcción (nueve millones de pesos) se utilizó para la apertura y reparación de caminos autorizado por la Secretaría de Comunicaciones.
La estructura fue abandonada por diez años y en 1921 sirvió para instalar, en sus naves laterales, la Exposición Comercial Internacional del Centenario de la Consumación de la Independencia Nacional.
En 1932 se empezó a derribar la estructura de lo que correspondía a las naves laterales y, en este mismo año, el Ing. Alberto J. Pani propuso aprovechar el esqueleto metálico para construir el Monumento a la Revolución. Para ello, en 1933, se creo un patronato y se lanzó la convocatoria por suscripción pública para erigir el monumento. El Arq. Carlos Obregón hizo bocetos, proyectos y diseños y concluyó la obra cinco años después, el hoy monumento, es lo que sería la cúpula del Palacio Legislativo.
El monumento, con altura de 63 metros, aloja grupos escultóricos de proporciones heroicas en cada uno de los ángulos del cubo superior que sostiene la cúpula, obra de Oliverio G. Martínez. Las figuras representan la Independencia, las leyes de reforma, las leyes agrarias y las leyes obreras.
En abril de 1946 se publicó el decreto del 4 de febrero del mismo año en el que se concedió al monumento la función de Panteón de Hombres Ilustres. Ahí reposan los restos de Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, Francisco Villa, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas.
El monumento nunca fue inaugurado formalmente. La primera ceremonia oficial ahí celebrada se desarrolló el 20 de noviembre de 1938.
MUSEO NACIONAL DE LA REVOLUCIÓN
Esta ubicado por debajo del monumento. Depende del Gobierno del Distrito Federal.
Fue inaugurado el 20 de noviembre de 1986, para su creación se comisionó al Instituto de Investigaciones Históricas, su acervo incluye la exposición permanente denominada "Cincuenta años en la historia de México", 1867-1917, que la forman materiales gráficos (fotografías mapas, periódicos, etc.) y documentales sobre legislación agraria, reinvidicaciones obreras y reformas político sociales, una colección de billetes de la época y una réplica de la Constitución Política de 1917, así como objetos (carrozas, baúles, armas, utensilios de cocina, imprentas, uniformes, etc.). Como complemento se usan maquetas, murales, maniquíes, videos y películas. Se distribuye en tres salas que recorren un periodo de 1867 hasta 1917 presentando todos los acontecimientos en ese espacio de tiempo.
La adaptación del área para museo fue realizada en la década de los años ochenta por el Arq. Rogelio Alvarez Noguera.

Para seguir nuestro camino y de este monumento regresar a Reforma, podemos caminar sobre la calle de Lafragua o Ignacio Ramírez. Sobre la Av. Reforma, más adelante, se encuentra el monumento a Cristóbal Colón, inaugurado en 1887. Metros más adelante (hacia el poniente) se ubica el monumento a Cuauhtemoc, esta intersección encuentra a una de las avenidas más importantes de la ciudad: la avenida de los Insurgentes (la avenida más grande del mundo, que corre de norte a sur atravesando toda la ciudad).
El siguiente cruce es con las calles de Ríos Rhin y Niza, cuya glorieta tiene una sola pero altísima palmera. En su esquina poniente se levanta la Bolsa Mexicana de Valores.

ZONA ROSA
Este lugar ubica una de las zonas clásicas en la ciudad: la Zona Rosa.
Sobre Reforma podemos ingresar a ella por las calles de Génova (que es peatonal), Belgrado, Amberes o Estocolmo. Este lugar es una famosa porción de la colonia Juárez enmarcada por el Paseo de la reforma al norte, la Avenida Chapultepec al sur, la Avenida de los Insurgentes al oriente, y al poniente la calle de Florencia.
En el pasado, hará unos 40 años, tenia la fama de rumbo sofisticado, vanguardista e intelectual de la ciudad. Cuenta con comercios de todo tipo, centros nocturnos, discotecas de todos los rangos, restaurantes, confiterías, galerías, cafés y bares. Es un buen lugar para pasear, descansar un poco en algunas de sus cafeterías y confiterías y compartir alegrías con el grupo de amigos. Sus calles más importantes son Florencia, Génova, y Hamburgo.

COLUMNA DE LA INDEPENDENCIA
En la misma zona, de regreso a Reforma, encontramos la columna de la Independencia, símbolo de la ciudad.
Fue proyectada por Antonio Rivas Mercado y construida por Roberto Gayol en 1910. Ostenta varias esculturas, entre ellas la Victoria Alada, llamada El Ángel (como mejor se le conoce).
El temblor de 1957 la derribo, de modo que la actual es una reconstrucción del escultor José Fernández Urbina.
Como elemento distintivo presenta una columna de 32 metros de altura (siendo la más alta de su género) coronada con la escultura de un ángel alado.
El precursor de la idea fue Antonio López de Santa Anna, quien en 1842 confió al Arq. Lorenzo de la Hidalga el proyecto y la construcción del monumento para dedicar un símbolo escultórico digno y representativo a la Independencia Nacional. El monumento se ubicaría en el centro de la Plaza de la Constitución; pero lo único que se edificó fue el zócalo, que permaneció largo tiempo en su sitio hasta conceder el nombre popular a la Plaza de la Constitución.
En junio de 1864, Maximiliano de Habsburgo retomó la idea de construir un monumento dedicado a la independencia nacional.
Treinta y ocho años más tarde, con Porfirio Díaz, se repitió la ceremonia de la “primera piedra” (el 3 de enero de 1902). En esta segunda ocasión se convocó a un concurso internacional en el que triunfaron los arquitectos norteamericanos Cluss y Schultz, confiándose entonces su realización al Arq. Antonio Rivas Mercado, quien introdujo algunas modificaciones al proyecto seleccionado (1910).
Después de analizarse otras alternativas distintas a la Plaza de la Constitución se resolvió colocar aquella primera piedra en el Paseo de la Reforma.
El monumento presenta estatuas colocadas en cuatro diferentes niveles. En el primero se encuentran cuatro figuras femeninas de bronce en color negro, una en cada esquina, que representan la Paz, la Ley, la Justicia y la Guerra.
El segundo nivel aloja las estatuas en mármol de José María Morelos, Vicente Guerrero, Francisco Javier Mina y Nicolás Bravo, más dos figuras femeninas que representan la Patria y la Historia. Miden entre 3.40 y 3.74 metros cada una, y su peso varía de 3 a 5 toneladas.
En el tercer nivel se encuentra una sola estatua: la de Miguel Hidalgo, hecha de mármol, su altura es de 4.20 metros de altura y 6 toneladas de peso.
En el último nivel, que corresponde a la cúspide de la columna, se yergue la estatua de la Victoria Alada, hecha de bronce recubierto de oro, mide 6.70 metros de altura y 7 toneladas de peso que en la diestra sujeta una corona de laurel y, en la mano izquierda, un fragmento de cadena rota, símbolo de independencia.


FUENTE DE LA DIANA CAZADORA
El siguiente monumento que vemos se ubica en la glorieta en la que convergen las calles de Río Misisipi y Sevilla, entre las colonias Cuauhtémoc y Juárez.
Fue inaugurada el 10 de octubre de 1942. Esta obra fue concebida y diseñada por el Arq. Vicente Mendiola y realizada por el escultor Juan Francisco Olaguíbel. Este trabajo lo llevo a cabo entre abril y septiembre de ese año. Fundió el bronce de la escultura en seis piezas. Su peso total es de más de una tonelada y su altura de 3 metros.
Al inicio Olaguíbel la concibió como una amazona a la que llamó “La Flechadora de la Estrella del Norte”, pero desde su inauguración el pueblo la bautizó como La Diana Cazadora, diosa romana de la caza.
Fue motivo de varias polémicas e incidentes al haberla concebido sin ropa: a la gente le pareció demasiado provocativa la silueta; el autor tuvo que sobreponer a la estatua unos “calzones” de bronce y así se mantuvo durante 25 años. Años después (1967), en respuesta a una petición de Juan Olaguíbel, las autoridades capitalinas resolvieron que la escultura quedara como la había concebido su autor. Para ello fue nuevamente bajada de su pedestal y recolocada en él. El entonces regente Alfonso Corona del Rosal, decidió retirar el taparrabos de bronce de la escultura, sin embargo, al realizar esto la estatua sufrió algunos daños. Se decidió fundir una nueva pieza sin defectos y mientras la que resultó dañada fue vendida por el artista al regente para evitar que la pieza fuera destruida, esa pieza fue donada por el político a Ixmiquilpan, en el estado de Hidalgo (su pueblo natal), donde permanece desde 1970.
En octubre de 1974, debido a las obras de la avenida Circuito Interior, la escultura fue trasladada al jardín situado entre el Paseo de la Reforma, Río Ródano y la Calzada Melchor Ocampo, sitio en el que estuvo olvidada por espacio de 18 años. Un grupo de artistas e intelectuales la rescataron exigiendo la reubicación de la Diana Cazadora a la glorieta del cruce de Paseo de la Reforma y la calle de Sevilla. Finalmente el gobierno accedió y la colocaron en su sitio actual el 5 de agosto de 1992.


TORRE MAYOR
Casi llegando a Chapultepec, sobre Reforma en el número 505, se yergue éste que además de ser el edificio más alto de la ciudad, es también el más alto de Iberoamérica (225 metros, 55 pisos). Por ser un edificio de oficinas solo se permite el acceso de turistas al mirador de los pisos superiores donde, además de una excelente vista de la ciudad, se puede gozar de exposiciones temporales de arte. Las visitas son de martes a viernes de 19:00 a 22:00 h, sábados y domingos de 11:00 a 21:00 h.
Tiene una altura de 225 metros sobre el nivel del suelo.
Cuenta con 59 niveles incluyendo cuatro sótanos de estacionamiento.
Tiene 29 elevadores en total, 27 de pasajeros y 2 de carga.
Cuenta con 2000 cajones de estacionamiento.
43 pisos son para oficinas de lujo con todas las comodidades necesarias.
El edificio es de los llamados “Edificios Inteligentes”.


Y ya en este sitio estamos entrando a Chapultepec, lugar de esparcimiento y pulmón importante para la ciudad; un sitio que ofrece diversión y cultura rodeados de arboles y quietud.
Continuando sobre Paseo de la Reforma, ya en Chapultepec, el enrejado que divide al bosque de la avenida es adornado constantemente por exposiciones fotográficas para darle un deleite multicolor a la visita. Camine sobre la acera de esta avenida y deténgase constantemente para disfrutar de las fotografías que aquí se exhiben temporalmente y déjese atrapar por el ambiente que rodea este espacio de Reforma.


MUSEO RUFINO TAMAYO
Más adelante, sobre lado norte de Reforma, en la esquina con la calzada Gandhi, se encuentra el museo Rufino Tamayo, con mas de 300 obras de arte contemporáneo mundial que fueron donadas por el pintor Rufino Tamayo.
Olga y Rufino Tamayo reunieron una colección de arte internacional con la intención de donarla al pueblo de México, entre ellas algunas de Pablo Picasso, Joan Miró y el propio Tamayo; el gobierno cedió una parte de terreno en el Bosque de Chapultepec para apoyar esa iniciativa. El artista convocó a los arquitectos Teodoro González de León y Abraham Zabludovsky para desarrollar el proyecto.
Está dotado con aire acondicionado, dispone de nueve salas de exhibición, un patio central, oficinas, librería, cafetería y zona de estacionamiento para visitantes. El museo fue inaugurado en 1981.
En agosto de 1986 el Museo se integró a la Red Nacional de Museos, bajo la administración del Instituto Nacional de Bellas Artes.
Abierto al público de martes a domingo de 10:00 a 18:00 h.


MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA
Unos metros más adelante se encuentra el Museo Nacional de Antropología, sin duda, el museo más famoso del país y el más importante del mundo en lo referente a la vida prehispánica de Mesoamérica.
Abarca una superficie de casi cien mil metros cuadrados, fue proyectado y edificado por un grupo de ingenieros, arquitectos y asesores científicos encabezados por Pedro Ramírez Vázquez. El presidente Adolfo López Mateos fue quien inauguró este museo en el año 1964.

Cuenta con once salas de arqueología (todas en la planta baja): Introducción a la antropología; Poblamiento de América; Preclásico en el Altiplano Central; Teotihuacan; Los Toltecas y su época; los Mexicas; Culturas de Oaxaca; Culturas de la costa del Golfo; Mayas; Culturas de Occidente y Culturas del Norte.
Todas reúnen dentro de su espacio piezas arqueológicas, restos humanos, objetos de culto, maquetas, representaciones de su arquitectura, dioses de todos los géneros, objetos de la vida cotidiana, joyería, atuendos magníficos, casas hechas in situ por los indígenas, ofrendas y obras monolíticas como la enorme escultura de Tlaloc (el dios de la lluvia entre los antiguos nahuas); el calendario Azteca o piedra del Sol o la impresionante escultura de Coatlicue (diosa ...).

El primer piso esta dedicado por entero a la etnografía mexicana de los pueblos indios: es un extenso conjunto de obras y testimonios de los pueblos indígenas vivos en México, organizados tanto por entidad federativa como por su relación con las salas en la planta baja. La gran variedad de etnias está representada por mixtecos, zapotecos, mazatecos, chontales, cuicatecos y huaves de Oaxaca, totonacos.

El tratamiento museográfico permite visitar sus 26 salas de manera cronológica y agrupadas por zonas culturales conteniendo piezas únicas, mapas, cuadros sinópticos, ilustraciones y elementos audiovisuales.
El museo, además, tiene una intensa actividad cultural mediante conferencias, cineclub, librería, venta de reproducciones de piezas arqueológicas, una rica y valiosa biblioteca con un fondo reservado y exhibiciones temporales de altísimo nivel.
En el mes de septiembre se lleva a cabo la Feria del Libro de Antropología, que presenta la rica diversidad de títulos editoriales de este género.
Los horarios de visita son de martes a domingo de 9:00 a 19:00 h.


AUDITORIO NACIONAL
Nuestro recorrido sobre Reforma termina con una visita al Auditorio Nacional. Es el centro de espectáculos más importante de la ciudad. En él se llevan a cabo presentaciones diversas como conciertos, entrega de premios, espectáculos de danza, incluso obras políticas.




Fotografías y texto por Edi Ríos
Derechos Reservados. México 2007 ©

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